Miguel Ángel Silvestre vuelve a la televisión en España con ‘En el corredor de la muerte’, la nueva serie original de Movistar+ en colaboración con Bambú Producciones.
Basada en la historia real de Pablo Ibar (interpretado por Miguel Ángel Silvestre), el español-estadounidense que acaba de ser declarado culpable de un triple asesinato que tuvo lugar en Florida en 1994. En el que ha sido el cuarto juicio para Ibar, el jurado alcanzó el veredicto unánime de los seis cargos que pesaban en su contra. Ahora Ibar tendrá que esperar hasta el 25 de febrero para conocer su condena.
Creada por Ramón Campos, Gema R. Neira y Diego Sotelo (Bambú Producciones), y basada en el libro de Nacho Carretero, que ya trabajaron juntos anteriormente en la ficción ‘Fariña’. ‘En el corredor de la muerte’ está coproducida con STUDIOCANAL, que además asumirá su distribución internacional.
La ficción constará de 4 episodios de 50 minutos y estará dirigida por Carlos Marques Marcet. ‘En el corredor de la muerte’ se encuentra actualmente en fase de rodaje y llegará próximamente a Movistar+.
AVANCE DEL CAST
Pablo Ibar (actor Miguel Ángel Silvestre): Pablo, un joven que tenía sueños y una vida por delante que se trunca el día que lo acusan de los asesinatos. Una investigación deficiente, interrogatorios sin un abogado presente, un juicio injusto, un abogado incompetente, una sentencia desproporcionada y una esperanza recurrente: la de que el juicio se repita.
Tanya Ibar (actriz Marisé Álvarez): Tanya, novia de Pablo, acaba convirtiéndose en su esposa y madre de sus dos hijos. Una mujer que cree en la inocencia de Pablo de manera incondicional porque la noche de los hechos Pablo dormía a su lado. Cuando lo encarcelaron, ella tenía 16 años. Era una niña. Creció, maduró, se casó, fue madre con Pablo entre rejas. Sin tocarlo durante períodos de años. Sin verlo en otro lugar que no fuera en la sala de visitas o en la corte. Sin mirarlo con otra ropa que no fuera el mono naranja.
Cándido Ibar (actor Ramón Aguirre): Cándido, padre de Pablo, es un histórico pelotari vasco emigrado a Florida en los años 60. El día del juicio en que su hijo fue condenado, mientras le colocaban las esposas, Pablo, entre lágrimas, susurró: “Se me acabó la vida”. Se giró hacia su padre y le preguntó: “¿Y ahora qué?”. Cándido respondió: “No sé cómo, pero si es cuestión de dinero vamos a conseguirlo”.
Cristina (actriz Laura de la Uz): Cristina, madre de Pablo. En la madrugada del 14 al 15 de julio, Cándido escuchó la voz de Cristina, su ex mujer, al otro lado de la línea: “Han detenido a Pablo”. Desde aquel día, Cristina no volvió a ver a su hijo; murió de cáncer mientras Pablo estaba en la cárcel.
Michael (actor Pau Poch): Michael, hermano de Pablo. Tras la detención de su hermano, la situación para Michael se volvió asfixiante. La policía le empezó a hacer la vida imposible. Cada vez que se cruzaba con ellos, lo paraban. Durante unos meses le llegaron a pedir la documentación casi a diario. A veces le subían al coche patrulla, otras veces le robaban dinero e incluso le llegaron a golpear. Bastaba con que el agente leyera su apellido. Todo con el telón de fondo de habladurías vecinales, rumores y cuchicheos que lo señalaban en la ciudad como el hermano del asesino. Michael cayó en una depresión.
Phil Gentile (actor Gianpiero Cognoli) y Charles Bennet (actor Simão Cayatte): Los primeros en llegar al macabro escenario fueron los detectives Phil Gentile y Charles Bennet de la Policía de Miramar, un cuerpo policial reducido y sin demasiados medios. La brutalidad del triple asesinato escandaliza a los vecinos y el caso se convierte en mediático. La presión recae sobre los agentes.
Detienen a Pablo y ellos lo interrogan. Pablo no sabe de qué se le acusa y no solicita un abogado, pero el interrogatorio es grabado. Sin embargo, cuando meses después, los abogados de Pablo piden una copia de la cinta, la policía afirma que no existe. Los detectives imprimieron la captura del vídeo del asalto de Miramar en la que uno de los asesinos se descubre el rostro y se dirigieron a casa de amigos y familiares de Pablo para que lo identificaran. Encontrar un testigo se antojaba fundamental. No escatimaron en tretas.
Benjamin Waxman (actor Nick Devlin): El actual abogado de Pablo. “Siento una presión tremenda. Me veo como algo más que un abogado. Y llevo con esta presión sobre los hombros unos 10 años”. “Defender la vida de alguien es una responsabilidad tremenda. Hay momentos en los que es abrumador. Inevitablemente estoy emocionalmente implicado en este caso. No hay nada que quiera más que ganar el caso de Pablo. Pero sé que solo con mi deseo es insuficiente. Tengo que hacer mi trabajo lo mejor posible y centrar toda mi atención y concentración en esto”.
Mike Rowland (Eric Goode): Mike Rowland, el fiscal, era un viejo conocido del Tribunal del Condado de Broward y famoso por su dureza. Rowland ofreció a Pablo un trato: si se declaraba culpable, retiraba la petición de condena de muerte para convertirla en cadena perpetua. Pablo se negó. Le dijo que era inocente, que no iba a cumplir ninguna condena.
Clay Monroe (Ben Temple): Primer abogado de Pablo. El 11 de enero de 1999 arrancó el segundo juicio. Lo que Pablo se encuentra es una caricatura de un abogado: Clay Monroe llegaba a las sesiones empapado en sudor y descentrado, y le llegó a confesar a Pablo que estaba enganchado a los ansiolíticos. La mañana en la que Pablo entró en la corte para la selección de jurado, vio cómo Monroe salía de la misma instancia esposado. La noche anterior había sido detenido por supuesto maltrato a su mujer, que, embarazada de tres meses y enganchada a varias sustancias, se había escapado del centro donde estaba internada para acudir a una fiesta. Pablo lo vio claro: “No hay ninguna forma de que pueda ganar”. Años después, antes de fallecer de cáncer, Monroe admitió por escrito que durante el juicio de Pablo no estaba en condiciones físicas ni psíquicas de llevar a cabo la defensa.
SINOPSIS
27 de enero de 1994. Los cuerpos de un hombre y dos modelos de 25 años, aparecen acribillados a tiros en casa del dueño de un club nocturno. La policía encuentra una cámara instalada en el salón de la víctima que ha grabado el asesinato. Esas imágenes son la pista principal de la policía. Por eso, se decide distribuir lo más valioso que hay en ellas: el rostro borroso de uno de los asaltantes. Tres semanas más tarde, en una comisaría de otro distrito, un agente cree reconocer a uno de los asesinos: es Pablo Ibar, un hombre de nacionalidad española al que acababan de detener junto a unos amigos por un robo menor. Pablo asegura que es inocente. Ninguna de las pruebas halladas en el lugar del crimen lo inculpan… Pero de nada sirve. Pablo es condenado y enviado al corredor de la muerte.
0 Commentarios:
Publicar un comentario